Metro de Madrid no solo mueve a millones de personas cada día. También guarda, bajo tierra, un valioso patrimonio histórico y cultural que puede visitarse gratuitamente a través de sus museos. Desde estaciones centenarias hasta exposiciones arqueológicas, los museos de Metro permiten conocer la evolución del suburbano madrileño y su impacto en la ciudad. Una forma diferente, y muy accesible, de viajar en el tiempo sin salir de Madrid.
Un paseo por la historia del Metro
Metro de Madrid se inauguró en 1919 con una primera línea de apenas 3,5 kilómetros entre Cuatro Caminos y Sol. Desde entonces, su red se ha expandido hasta convertirse en una de las más amplias de Europa. En paralelo a su crecimiento, también ha ido construyendo una memoria colectiva que ahora se conserva en varios espacios restaurados y abiertos al público.
Estos museos permiten conocer cómo era el transporte del siglo pasado, cómo ha evolucionado el diseño de los trenes, las estaciones o incluso la publicidad, y qué papel ha tenido el metro en la vida urbana de los madrileños.
Los museos del Metro: espacios para la memoria
Metro de Madrid cuenta con cinco museos oficiales, que permiten conocer de cerca la evolución de la red y su relación con la historia de la ciudad:
- Estación de Chamberí: cerrada desde los años 60, se conserva tal y como era en sus orígenes. Accesos y andenes originales, y carteles publicitaros prácticamente intactos permiten revivir los primeros años del suburbano.
- Nave de Motores de Pacífico: un antiguo edificio industrial donde se generaba la energía para el metro en sus inicios. Hoy conserva su maquinaria original restaurada.
- Exposición de trenes históricos (Chamartín): una colección de vagones y locomotoras que muestran la evolución del material rodante desde 1919 hasta nuestros días.
- Museo de los Caños del Peral (Ópera): espacio arqueológico con restos de una fuente histórica, un tramo de acueducto y parte del sistema de alcantarillado del siglo XVII.
- Vestíbulo de Pacífico: conserva la decoración original de los años 20, con azulejos y detalles arquitectónicos característicos de las primeras estaciones.
Además, existen otros espacios visitables, integrados en estaciones en funcionamiento, que se pueden descubrir mientras se viaja en metro. Por ejemplo, el vestíbulo de Tirso de Molina, el yacimiento paleontológico de Carpetana o el espacio expositivo de Gran Vía, con objetos y documentación histórica.
El Pasaporte de los Museos: una experiencia para coleccionar
Para quienes quieran recorrer todos estos espacios, Metro de Madrid ha creado una iniciativa muy especial: el Pasaporte de los Museos, que permite obtener una recompensa tras completar la visita a los ocho espacios.
¿Cómo funciona? El pasaporte se puede recoger en tres espacios principales: la estación de Chamberí, la Nave de Motores de Pacífico o la exposición de trenes históricos en Chamartín. Al visitar cualquiera de estos lugares, puedes solicitar tu pasaporte físico y obtener allí mismo tu primer sello.
Para completar el resto del recorrido, solo necesitas visitar los otros museos y espacios incluidos en la iniciativa. En aquellos puntos donde no hay personal entregando sellos, basta con hacerte una foto como prueba de tu visita.
Una vez hayas completado el recorrido por los ocho espacios (con sellos y fotos), puedes acudir con tu pasaporte cumplimentado a las tiendas oficiales de Metro en Sol o Plaza de Castilla, donde recibirás un obsequio conmemorativo.
Según datos recientes, más de 10.200 personas han participado en esta propuesta, y cerca de 2.300 han completado el recorrido. Una forma original y educativa de descubrir el metro desde otra perspectiva.
Visitas gratuitas y para todos los públicos
Todos los museos de Metro de Madrid son gratuitos y aptos para todo tipo de público. Algunos requieren reserva previa, especialmente en días de gran afluencia. Puedes consultar horarios, ubicaciones y más información en la web oficial: museosmetromadrid.es
En Metro Ligero Oeste nos encanta ver cómo el transporte público también puede ser una puerta a la cultura. La red de museos de Metro de Madrid demuestra que, más allá de los trayectos diarios, hay muchas historias por descubrir… y algunas están justo debajo de nuestros pies.
¿Te animas a explorarlas?
