Ruta en bicicleta: el Monte de Boadilla

Dentro de la Comunidad de Madrid existen multitud de rutas ciclistas. Una ruta que reúne una combinación perfecta entre flora y fauna, para que los intrépidos ciclistas que se decidan a realizarla puedan disfrutar de un día de naturaleza es el Monte de Boadilla. Además, para llegar a este bello paraje natural, podemos coger la línea 3 del Metro Ligero Oeste a Boadilla del Monte, toda una ventaja si no podemos ir en coche o nuestro vehículo no está adaptado para el transporte de bicicletas.

Las bicicletas están permitidas dentro del tranvía en determinados horarios, por lo que es importante usar este transporte público cuando sea posible. La ruta comienza en la rotonda de la carretera de Boadilla del Monte a Pozuelo de Alarcón. Sobre esta ruta ya os habíamos hablado en un anterior post. Es un recorrido circular de unos 17 kilómetros de distancia que ofrece vistas magníficas, como es la Sierra de Guadarrama en toda su plenitud, adaptable a cualquier nivel de dificultad.

En el post de hoy nos queremos centrar en una forma diferente de disfrutar del Monte de Boadilla fuera de la ruta ciclista establecida. Y es que este enclave forestal dispone de diferentes rutas divididas por su interés, ya sea si lo que nos gusta es la fauna, la vegetación o el paisaje.  Aunque no son rutas ciclistas como tal, ya que también están pensadas para practicarlas caminando, son muy recomendables si queremos realizar un pequeño trayecto de travesía con los niños o un paseo más relajado.

Una zona que recomendamos especialmente es el tramo del Arroyo de La Fresneda, en el que se podrá descubrir más sobre la flora y fauna del monte mediterráneo, ya que transcurre junto al curso de este pequeño río que da vida a la zona. También hay conejos, lagartos e incluso jabalíes. De las especies vegetales destacan el olmo, la encina y el fresno, que es el que da nombre al arroyo.

El servicio de Metro Ligero Oeste ofrece la posibilidad de desarrollar actividades deportivas en plena naturaleza a solo unos kilómetros de la capital. Todo un privilegio que no todas las ciudades tienen a su disposición.