MLO de cerca: así cuidamos nuestros metros ligeros

25 August 2016

Siguiendo con la serie de post en el que os acercamos aquello que no veis de MLO, hoy os hablamos de una parte muy importante y que concentra gran parte del trabajo que el gran equipo de MLO lleva a cabo: el mantenimiento diario. Y es que, para que circulen sin desperfectos, haciendo más agradable el trayecto a nuestros viajeros y, sobre todo, protegiendo su seguridad, nuestros vehículos pasan cada día por un completo proceso de mantenimiento.

Una curiosidad que probablemente muchos desconozcáis es que Metro Ligero tiene su propio túnel de lavado. Sorprendentemente similar a los que habitualmente podemos encontrar en las estaciones de servicio destinados a los automóviles, este está adaptado a las particulares necesidades de MLO.

Ubicado en las cocheras, junto a Kinépolis, se accede a él a gracias a las mismas vías que su utilizan para llevar los metros ligeros a su ruta o al taller. Una vez dentro, un mecanismo de rodillos limpia el exterior del vehículo. Además, este proceso se realiza de una manera muy sostenible. Y es que de los 400 litros utilizados, se 320 son aguas recicladas tratadas en depósitos situados en el propi túnel.

En este lugar también se lleva a cabo un proceso curioso, el repostaje de arena. Y es que, uno de los aspectos más curiosos del mecanismo de MLO es que, para aportar fricción a las vías del tren y así evitar posibles descarrilamientos, durante los desplazamientos se va liberando arena. Esta arena, de un sílice especial, se encuentra en unos depósitos a lo largo de los 32 metros de vehículo, y se van soltando poco a poco directamente sobre los raíles.

Una vez limpio y recargado, nuestros vehículos se dirigen a las cocheras para que el equipo de limpieza asee el interior y descansen durante toda la noche, hasta el día siguiente, en el que una nueva jornada de MLO comenzará.

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